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Foto del escritorAndres C. Ríos

Aspectos generales sobre el estrabismo

El estrabismo, también conocido como ojos bizcos, impide que los ojos se alineen. Por eso, miran en direcciones diferentes y no hay coordinación entre ellos. Esta afección es más común en niños, pero también puede darse en adultos.

Son seis músculos los encargados del movimiento del ojo. Ellos deben trabajar coordinadamente, de lo contrario, aparece el estrabismo. Una visión normal implica que todos los músculos hagan su trabajo correctamente. De esta manera, los ojos ven bien las imágenes y, por lo tanto, el cerebro las interpreta como son.

Cuando existe estrabismo los músculos que mueven el ojo no trabajan en equipo. En los niños, esta condición hace que el cerebro ignore la imagen vista por el ojo desviado. Así pierden la percepción de profundidad y se pueden desencadenar otros problemas visuales como la ambliopía.

Por otra parte, el estrabismo en los adultos ocasiona visión doble. Pues ya han aprendido a ver por ambos ojos y no es posible ignorar la imagen errada.

Los tipos de estrabismo varían de acuerdo con la dirección del desvío de los ojos. A continuación te contamos cuáles son:

Estrabismo convergente

Es el tipo más común de estrabismo, en especial en los niños. Se caracteriza por el desvío de uno de los ojos hacia adentro. Es usual que este tipo de estrabismo se asocie con la hipermetropía. Si se comprueba esta relación, el tratamiento será mediante el uso de lentes. Con el tiempo el ojo corregirá su desviación.

Estrabismo divergente o exotropía

Se caracteriza por la desviación del ojo hacia afuera. Su aparición puede darse entre los 2 o 3 años de edad. Se manifiesta con frecuencia cuando el niño observa objetos distanciados.



Estrabismo vertical

Este tipo de estrabismo consiste en la desviación del ojo hacia arriba o hacia abajo.


En general, el síntoma principal del estrabismo es la desviación del ojo. Adicionalmente, es común que los niños con esta condición entrecierren los ojos cuando están en exteriores o inclinen la cabeza para intentar ver mejor.

Otros síntomas incluyen la confusión y la visión doble, fatiga visual y dificultad para realizar actividades como escribir y leer.

En los niños, el estrabismo puede ser hereditario, tener relación con el Síndrome de Down o con nacimientos prematuros. En los adultos, esta condición puede deberse a accidentes cerebrovasculares o lesiones.

Diagnóstico del estrabismo en la infancia

En los primeros meses de vida, los ojos apenas están alineándose y es habitual que existan desviaciones que mejoran con el tiempo. Sin embargo, si la desviación de los ojos es muy marcada en los bebés, hay que visitar al oftalmopediatra para obtener un diagnóstico acertado.

También te recomendamos llevar a tus hijos a un examen ocular completo a partir de los tres años. De esta manera podrás tratar a tiempo algunas patologías que se manifiestan a temprana edad.

Tratamiento

El tratamiento del estrabismo puede incluir el uso de parches, gafas  especiales y, en algunos casos, la cirugía.

La cirugía para corregir el estrabismo consiste en reacomodar los músculos responsables del movimiento del ojo, dependiendo de qué tipo de estrabismo se sufre. En ocasiones es necesario operar ambos ojos.

El proceso de recuperación de esta cirugía es corto y usualmente se obtienen muy buenos resultados. En algunos casos se hace necesario volver a operar para afinar detalles de la alineación.

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