El glaucoma es una enfermedad que produce un daño irreversible del nervio óptico y altera el campo visual. Es la presión intraocular alta donde se va perdiendo progresivamente la visión periférica. Normalmente el interior del ojo contiene el humor acuoso que permanentemente se produce y se absorbe manteniendo su presión en equilibrio. En la mayoría de los casos de glaucoma, este líquido drena muy lentamente.
Mientras el líquido se acumula, la presión ocular se incrementa. Si no se controla esta presión puede dañar el nervio óptico y otras partes del ojo, lo cual puede ocasionar la pérdida de la visión. El objetivo del procedimiento quirúrgico de glaucoma es tratar de preservar la visión del paciente mejorando la actual.
¿Cómo se diagnostica el glaucoma?
La forma más precisa de diagnosticar la enfermedad es mediante exámenes oculares periódicos por el oftalmólogo en pacientes con factores de riesgo o síntomas asociados a la enfermedad. Algunos de los exámenes que su oftalmólogo debe hacer, son:
Valorar la agudeza visual.
Tonometría: medición de la presión intraocular.
Gonioscopía: examen con un lente especial que evalúa el ángulo camerular (cámara anterior) en 360° para determinar si es ángulo estrecho, doble o cerrado.
Examen del nervio óptico: se examina el color y apariencia del nervio, para determinar el nivel de daño, si existen o no excavaciones aumentadas.
Ayudas diagnósticas: campo visual, OCT (Tomografía del Nervio Óptico), fotos del nervio óptico, HRT III (Heidelberg Retina Tomograph), son útiles para el seguimiento.
¿Quiénes tienen mayor riesgo de tener glaucoma?
Cualquier persona a cualquier edad puede sufrir glaucoma. Otros factores de riesgo son:
Historia familiar de glaucoma.
Adultos mayores de 40 años.
Sufrir de diabetes, trauma ocular, uso prolongado de esteroides y enfermedades cardiovasculares.
Personas de raza negra.
Si usted tiene factores de riesgo que puedan generar glaucoma debe asistir a la cita con su oftalmólogo para definir el control a seguir.
Tratamiento indicado
Dentro del estado de la enfermedad, el glaucoma puede ser tratado con medicación en gotas, láser, cirugía o una combinación de estos métodos. El fin es controlar y evitar su progreso ya que la pérdida de la visión es irreversible y no tiene cura.
El objetivo de realizar tratamiento con medicamentos es mantener bajo control la presión intraocular y preservar el campo visual.
Recomendaciones
Continúe poniéndose el medicamento para el glaucoma a menos que su oftalmólogo haya indicado otra cosa.
Si es intervenido quirúrgicamente, es posible que su médico le recomiende que 10 días antes del procedimiento no tome aspirina, medicamentos antiinflamatorios, ni ciertos productos herbales. Sin embargo, no deje de tomar ningún medicamento sin consultarlo antes.
Es posible que también tenga que dejar de tomar anticoagulantes. Por ejemplo: clopidogrel (Plavix), warfarina (Coumadín) o (Ticlid). Así mismo, gingo biloba, omega, vitamina E, melatonina, terapia de reemplazo hormonal. Se recomienda consultar con su médico.
Debe asistir acompañado de un adulto.
Si tiene dudas o inquietudes puede comunicarse al PBX 444 00 90 ext. 1043, uno de nuestros colaboradores lo atenderá de lunes a viernes de 7 a.m. a 7 p.m. – sábado de 8 a.m. a 12 m.
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