¡Así como lo lees! Cuando te expones al sol sin protector solar, tu piel se pone roja y hasta te arde. Lo mismo puede pasar con tus ojos. Te contamos en qué consiste la fotoqueratitis y cómo prevenirla.
La fotoqueratitis se refiere a la inflamación de las capas superficiales del ojo a causa de la exposición prolongada a rayos ultravioleta. El sol es la principal fuente natural de este tipo de rayos. Sin embargo, algunas fuentes artificiales como lámparas o cámaras de bronceado también pueden causar fotoqueratitis.
Así como tu piel duele cuando te quemas, la fotoqueratitis también ocasiona el mismo efecto. Entre sus síntomas principales se encuentran:
Enrojecimiento y sensación de cuerpo extraño dentro del ojo.
Inflamación y lagrimeo.
Dolor de cabeza.
Fotofobia.
¿Qué puedes hacer para evitar la fotoqueratitis?
Para sufrir de fotoqueratitis no tienes que mirar directamente al sol o a las fuentes artificiales de rayos UV. El reflejo de estos rayos en la arena y el agua afectan tu visión de la misma manera. Además, si trabajas con soldadura y no utilizas unas gafas adecuadas, también puedes padecer esta afección.
Lo primero a tener en cuenta es que por ningún motivo debes mirar directo al sol. Asimismo, es necesario que uses gafas que te protejan adecuadamente. Para esto es importante que verifiques su filtro y que las adquieras en un lugar de confianza. Unas gafas oscuras sin el filtro adecuado pueden ser altamente perjudiciales para tu visión.
Recuerda que hasta en los días grises el sol está presente. Por eso, es importante que siempre que estés en exteriores utilices gafas que te protejan.
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Diagnóstico y tratamiento de la fotoqueratitis
Para diagnosticar la fotoqueratitis es necesario visitar al oftalmólogo. Mediante un examen sencillo, el profesional determinará si la inflamación ocular es causada por los rayos UV.
Las lágrimas artificiales también son útiles a la hora de mitigar las molestias, pero recuerda no automedicarte ni utilizar productos sin fórmula médica que también podrían tener efectos adversos. De acuerdo con la incomodidad que experimentes, el oftalmólogo te puede sugerir algún analgésico.
Una vez diagnosticada esta afección, el oftalmólogo te indicará los pasos a seguir. Por lo general los síntomas desaparecen solos. Sin embargo, hay algunas precauciones que deberás tener. Por ejemplo, si utilizas lentes de contacto, debes retirarlos y evitar su uso hasta que te recuperes. Además, debes evitar frotar tus ojos para que el daño no empeore.
Si pasas mucho tiempo en lugares soleados, es fundamental que uses protección solar. Tus ojos y tu piel te lo agradecerán. Recuerda que en tus manos está prevenir enfermedades que pueden afectar gravemente tu sentido más importante.
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