El cáncer es una enfermedad silenciosa, cuando el cáncer de ojo presenta síntomas, es porque está muy avanzado. En Clofán te decimos todo lo que tienes que saber para detectarlo a tiempo.
Qué es el cáncer de ojo
El cáncer de ojo es la presencia de un tumor maligno al interior o en zonas adyacentes al ojo. Este se origina por el crecimiento desordenado de células, dificultando las funciones normales del ojo. Es posible que estas células se propaguen a otras partes del cuerpo, este proceso se denomina metástasis.
Tipos de cáncer de ojo
Los tipos de cáncer de ojo varían según la zona exacta donde se desarrollan. Existen dos tipos principales de cáncer de ojo que se desarrolla en adultos, el melanoma intraocular y el linfoma intraocular. En los niños se presenta un tipo de cáncer llamado retinoblastoma. También es posible que se desarrolle en los párpados, en este caso se denomina carcinoma de párpados.
Melanoma intraocular:
este tipo de cáncer de ojo es el más común. Se conoce también como melanoma uveal porque suele empezar en la úvea. Sin embargo, también es posible que se presente en el iris.
Linfoma intraocular:
el linfoma intraocular está directamente relacionado con los linfocitos o células blancas del torrente sanguíneo. Puede presentarse en órganos como el estómago, los pulmones o los ojos. En ocasiones, se presenta junto al linfoma del cerebro, afectando el sistema nervioso central. En este caso se denomina linfoma primario del sistema nervioso central (LPSNC).
Retinoblastoma:
el retinoblastoma es un tipo de cáncer que afecta a los niños pequeños. Se origina por una mutación genética que afecta inicialmente a la retina. El fenómeno que ocurre en este caso es el crecimiento desordenado de las células nerviosas de la retina.
¿Cuáles son las causas?
El cáncer de ojo se puede generar tanto en hombres como en mujeres sin importar la edad. Sin embargo, existe una mayor propensión a desarrollar esta enfermedad en personas de piel blanca y ojos claros. Además, también aumenta el riesgo en las personas mayores.
No obstante, existen factores externos que podrían desencadenar la aparición de cáncer de ojo. Entre ellos se encuentra la larga exposición a los rayos ultravioleta, bien sea por la luz solar o por el ejercicio constante de oficios como la soldadura sin una protección adecuada.
También es posible que la propensión a desarrollar cáncer de ojo aumente en personas con diabetes o enfermedades que debilitan el sistema inmune como el VIH o SIDA.
Prevención del cáncer de ojo
El cáncer de ojo no puede prevenirse. Sin embargo, es posible reducir las probabilidades de desarrollarlo mediante una protección adecuada contra los rayos UV, controlar los niveles de azúcar en la sangre para prevenir un aumento repentino y cuidando constantemente la salud, en el caso de las personas con un sistema inmunológico débil.
¿Cuáles son los síntomas?
El cáncer es una enfermedad silenciosa, por esta razón es indispensable visitar regularmente al oftalmólogo, pues solo mediante un adecuado examen es posible diagnosticar anomalías relacionadas con el cáncer en su etapa temprana. Sin embargo, una vez que el cáncer de ojo ha llegado a un estadio avanzado, es posible que quienes lo padecen presenten los siguientes síntomas:
Manchas oscuras o crecimiento de lunares en el iris.
Excesiva sensibilidad a la luz
Cambios en la forma de la pupila
Visión periférica borrosa en un ojo
Destellos, manchas, líneas, puntos flotantes o líneas onduladas en la visión
Dolor al interior o alrededor del ojo
¿Cuáles son los tratamientos?
Según el tipo de cáncer y la etapa en que se encuentra, el tratamiento es distinto. Algunas veces, por tratarse de melanomas muy pequeños, no es necesario someterse a ningún tratamiento. No obstante, la persona debe asistir regularmente al oftalmólogo para detectar cualquier anomalía.
Dentro de los tratamientos empleados para el cáncer de ojo se encuentran:
Radiación:
es el uso de rayos de alta potencia, como los rayos X, para suprimir las células cancerosas. Se aplica ubicando pequeños puntos de radiación cerca del tumor. También se realiza con un rayo o haz externo al ojo.
Láser:
se emplean rayos de luz para aumentar la temperatura y suprimir las células cancerosas. Puede usarse para tratar melanomas. En ocasiones se combina con la radiación.
Cirugía:
existen varios tipos de cirugía, se selecciona de acuerdo al tamaño y tipo de cáncer ocular. Es posible que se requiera extirpar el globo ocular y los tejidos adyacentes, dependiendo del tamaño del tumor.
Quimioterapia:
inyección de medicamentos en todo el cuerpo por vía intravenosa o en el ojo. Se puede usar para tratamiento de linfoma. Este procedimiento podría extenderse a varios meses.
Terapia dirigida e inmunoterapia:
uso de medicamentos que ayudan al sistema inmunológico del cuerpo. Atacan principalmente a las células cancerosas.
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